“…los ningunos, los
ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos…”
Eduardo Galeano
Son las seis de la mañana de un día como
todos. Dos destinos esperan el agua caliente: el cuartito del fondo y la taza
plástica del matecocido.
Toma la mochila, se pone el gorrito y la campera de
tres tiras. Antes de salir les da un rápido zarandeo a los más pequeños para
que se vayan haciendo a la idea de ir a la escuela. Él ya la descartó hace un
tiempito. La televisión queda encendida en un canal cualquiera.
El recorrido es por calles de
tierra, apenas iluminadas por algunos foquitos colgados de postes mal
encuadrados. Llega al desencuentro con los otros…un número más entre los tantos
impares de siempre.
Sonrisas y malabares entregados en
una esquina y las esperanzas que quedan en suspenso por horas, días y meses.
Ellas aparecen, aumentan, se reproducen y mueren de un modo demasiado furioso
para su gusto.
La vida se pelea con las calles de
barro y la esquina de las monedas. La música de fondo es la voz amenazante del
consumo que repite, bombardea, obsesiona y ataca por las dos sienes.
Estamos jodidos, en esa pelea le
levantan la mano a los mismos de siempre.
Adriana Bargallo
Muy bueno la realidad de los marginados, que muchos desean ocultar !!!
ResponderEliminar